Este tratamiento consigue definir el contorno facial, reposicionar el tejido y corregir pequeñas imperfecciones del rostro. Para llevarlo a cabo utilizamos un inductor de colágeno que actúa recuperando el volumen perdido a causa de la edad o por una pérdida de peso.
Metodología del tratamiento con inductores de colágeno
Este tratamiento utiliza inductores de colágeno para estimular la producción natural de colágeno en la piel, mejorando así la firmeza y volumen facial.
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Comenzamos con una evaluación previa para asegurarnos de que el tratamiento se adecúa a sus necesidades exclusivas.
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Aplicamos una crema anestésica tópica e inyectamos pequeñas dosis del inductor de colágeno en áreas específicas para tratar y estimular la producción de colágeno y elastina.
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Como paso final, analizamos los resultados y efectuamos los ajustes necesarios para asegurar una apariencia natural.
* Esta información es en términos generales. La frecuencia adecuada depende de cada paciente y de las necesidades específicas.
Beneficios de los inductores de colágeno facial
El tratamiento con inductores de colágeno ayuda a mejorar la elasticidad y textura de la piel, reducir líneas finas y restaurar el volumen facial.
Fortalece la calidad de la piel
Corrige de manera instantánea pliegues y surcos
Resultados naturales, juveniles y duraderos
Crea un efecto lifting en la zona
Preguntas frecuentes sobre el tratamiento inductor de colágeno
¿Es un tratamiento doloroso?
Se caracteriza por ser un tratamiento de baja invasividad. No es necesario, pero frecuentemente aplicamos una crema anestésica para relajar el área.
¿Cómo estaré al terminar el tratamiento?
Los labios tienden a hincharse comúnmente en el periodo inicial de 24-48 horas. A medida que la hinchazón desciende con el tiempo, los resultados finales comenzarán a manifestarse.
¿Cuál es el efecto?
Se consigue una piel más compacta, más densa y una mejora en la calidad cutánea.
¿Cuál es la frecuencia recomendada para la inducción de colágeno?
Este tratamiento suele ser muy agradecido para los pacientes y tiene una duración de hasta dieciocho meses. Recomendamos evaluar para poder decidir si se debe realizar otra sesión.
* Esta información es en términos generales. La frecuencia adecuada depende de cada paciente y de las necesidades específicas.